La metodología Waterfall y Agile, son dos sistemas diferentes para llevar a cabo el desarrollo de un proyecto de manera exitosa. Cada una de ellas tiene un enfoque propio. A continuación veremos las diferencias entre la metodología Waterfall vs Agile y cuándo se debe escoger cada una.
¿Qué es la metodología Waterfall?
Antes de poder realizar una comparación entre la metodología Waterfall vs Agille, vamos a desarrollar de qué trata cada una.
La metodología Waterfall es una de las formas tradicionales de desarrollar proyectos, siguiendo diferentes secuencias. Se empieza siempre con la fase de análisis y diseño del proyecto, seguido por la implementación, el testeo y la puesta en funcionamiento.
Con este método de trabajo los procesos son previsibles. Está relacionada con los proyectos en el ámbito industrial. En esos entornos, las actividades suelen ser repetitivas y fáciles de pronosticar, sin cambios muy grandes a lo largo del proceso.
Las principales ventajas de esta metodología es que la planificación es sencilla, con las tareas y los alcances bien definidos. Además, los roles también están claramente adjudicados y los equipos pueden trabajar en paralelo bajo la supervisión de un Project Manager.
La desventaja es que es una estructura de trabajo muy rígida en cuanto a cambios se refiere. Hay poca tolerancia a la incertidumbre y puede ser perjudicial en proyectos de larga duración, en los que la tecnología o las necesidades del cliente pueden variar.
¿Qué es la metodología Agile?
La metodología Agile se enfoca en la gestión de proyectos y hace hincapié en completar proyectos en pequeños incrementos. A menudo se utiliza para proyectos en los que se espera algún cambio o imprevisto.
Es un enfoque de trabajo basado siempre en la satisfacción del cliente. Busca repartir el trabajo y las diferentes tareas del proyecto de forma flexible, para poder trabajar rápidamente sin la rigidez de las secuencias establecidas en la Waterfall.
La metodología Agile trabaja con los llamados “sprints” de dos semanas: se establece una lista de puntos a finalizar con un plazo de entrega previsto. Cuando se llega a la fecha, los equipos y el cliente evalúan el trabajo para después establecer mejoras y objetivos para los próximos “sprints”.
Las principales ventajas de la metodología agile es que el ciclo de vida de desarrollo es rápido, hay un calendario de “sprints” definido, es flexible y empodera a los participantes en el proyecto. Además, tiene un enfoque centrado en el cliente, buscando siempre su participación y la máxima satisfacción.
Las desventajas de esta forma de trabajar es que no todos los clientes se sienten cómodos con este sistema. Otras veces, los plazos de entrega no se adecuan a la realidad, provocando un aumento de costes del proyecto.
Metodología Waterfall vs Agile
Cada metodología ha sido creada para llevar a cabo diferentes tipos de proyectos. A continuación, detallamos las principales diferencias entre la metodología Waterfall vs Agile en la dirección de proyectos:
- Con la metodología Agile se aceptan cambios a lo largo del proyecto, en cambio, la metodología waterfall los evita.
- La fase de pruebas en Waterfall es al final, antes del lanzamiento. Con Agile, las pruebas se llevan a cabo mientras se realiza el proyecto para ir corrigiendo al mismo momento.
- En Waterfall los roles están definidos, habiendo un gerente que gestione de inicio a fin el proyecto. En Agile, los roles son intercambiables según cada fase.
- La metodología ágil es más colaborativa y enfocada a los cambios, mientras que la Waterfall es rígida.
- Con la metodología Waterfall es más fácil establecer un coste final del proyecto, sin muchos cambios significativos.
- Agile está enfocada al producto y la satisfacción del cliente, en cambio, la Waterfall está pensada en la entrega exitosa del proyecto sin enfocarse en el cliente.
¿Cómo escogemos entre Waterfall vs Agile?
Elegir la metodología adecuada va a implicar hacer una investigación del proyecto con detenimiento, como así también de las circunstancias que lo rodean.
Algunos de estos factores deben tenerse en cuenta al considerar qué metodología escoger:
- Tamaño del proyecto
- Duración
- Complejidad
- Factores organizativos
- Clientes o partes interesadas, externos e internos.
A continuación damos algunos ejemplos de tipos de proyectos para tener en cuenta a la hora de elegir entre la metodología Waterfall vs Agile.
Los proyectos para la metodología Waterfall son:
- Proyectos en los que trabajas con otras organizaciones o trabajadores remotos
- Proyectos con un alcance, tiempo y presupuesto fijos.
- Proyectos más pequeños, bien definidos y más simples
- Proyectos con un cliente ausente.
Los proyectos para metodologías agile son:
- Proyectos en los que su organización es responsable de todo el proceso.
- Proyectos con posibilidades de cambiar los requisitos.
- Proyectos más grandes, indefinidos y complejos.
- Proyectos con un cliente involucrado.
Para aprender a trabajar con las metodologías Waterfall y Agile, es necesario prepararse. Por ese motivo PMBC cuenta con formaciones para aprender a trabajar con diversas metodologías, consulta nuestras propuestas.