Seguramente has oído hablar alguna vez sobre la diferencia entre OKRs vs. KPIs. A pesar de que estos dos acrónimos tienen gran protagonismo en el día de las empresas, aún siguen despertando muchas dudas. Y es que ambas constituyen dos herramientas muy útiles que ayudan a los equipos empresariales a definir y alcanzar sus objetivos. Estos métodos tienen como finalidad medir y monitorear el rendimiento y el éxito de cualquier iniciativa o proyecto, para que sepas cómo aplicarlos de forma correcta vamos a resolverte las dudas entre OKRs vs. KPIs.
El popular debate que existe entre los OKRs vs. KPIs se debe a que muchas personas todavía desconocen las diferencias entre un enfoque y otro. Esta confusión se da especialmente con motivo de que ambos métodos persiguen lo mismo: la consecución de objetivos. Sin embargo, cada uno de ellos lo hace de una manera única y se distinguen por una serie de características específicas.
Para las empresas, este tipo de métodos son fundamentales para evaluar el recorrido y desarrollo de un proyecto. Sin un seguimiento exhaustivo, ya sea por medio de los OKRs vs. KPIs, resulta muy complicado comprobar si nuestro trabajo está dando los resultados que esperamos. Es una forma de valorar los esfuerzos, técnicas y estrategias que se están llevando a cabo, poder reajustarlo si es necesario, y mejorar su eficiencia.
En este artículo vamos a hablar de la controversia entre OKRs vs. KPIs. Definiremos cada uno de ellos, estableceremos cuáles son sus principales diferencias y cómo podemos complementar ambas métricas para sacar el mayor partido a nuestro proyecto.
¿Qué son los OKRs?
Las siglas OKR responden a la siguiente definición: Objectives and Key Results, en español “Objetivos y Resultados Clave”. Este tipo de medición de los resultados surgió en un primer momento en las empresas relacionadas con la tecnología. No obstante, en la actualidad, esta metodología de trabajo se ha expandido a multitud de áreas.
Los OKRs nos ayudan a definir los resultados que esperamos de nuestro proyecto, es decir, nos permiten realizar una hipótesis del objetivo deseado. De este modo, al establecer los OKR o los Objetivos y Resultados Clave, optimizaremos nuestros esfuerzos a través de la implementación de las medidas que nos ayudarán a alcanzar los objetivos marcados. Esto hará que estemos focalizados y persigamos un objetivo a la vez, de esta manera que se logra la máxima eficiencia de cada tarea.
Este método se puede aplicar tanto el ámbito profesional como personal. Se componen por dos conceptos fundamentales: objetivo y resultado clave. Por un lado, el objetivo se corresponde con la meta a la que irán dirigidos todos los esfuerzos. Este debe ser el motor de todo el proceso y debe motivar de forma inspiradora al equipo o persona detrás del proyecto. Por otro, el resultado clave debe ser un factor medible que permita al equipo o persona involucrada evaluar el éxito de su trabajo. Un ejemplo podría ser el siguiente:
- Objetivo: aumentar el reconocimiento de marca.
- Resultado clave: aumentar las apariciones y participación en los medios de comunicación en un 30%.
Además, se pueden establecer varios resultados clave para un mismo objetivo.
Tipos de OKRs
Dentro de los OKRs podemos encontrar diferentes tipos, estos son los más frecuentes:
- OKRs aspiracionales o moonshots. Estos son los objetivos más ambiciosos, por lo que es posible que no se cumplan al 100%, pero nos servirán como motivación.
- OKRs comprometidos o roofshots. A diferencia de los anteriores, estos sí se cumplirán. Pero no solo se cumplirán, sino que deben cumplirse, de ahí que se llamen objetivos “comprometidos”. Requieren esfuerzo y determinación en toda nuestra estrategia.
- OKRs estratégicos. Estos, al igual que los aspiracionales, son un poco más lejanos que los OKRs comprometidos. Son objetivos a largo plazo y se suelen establecer anualmente.
- OKRs tácticos. Estos son objetivos inferiores, sencillos y concretos para poder trabajarnos en diferentes proyectos y productos.
¿Qué son los KPIs?
Los Key Performance Indicators, es decir KPI, en español “Indicador Clave de Rendimiento” son métricas que evalúan el éxito de un programa, producto, organización, personas o cualquier otro tipo de iniciativa. Son indicadores medibles cuantitativamente y permiten hacer seguimiento de los resultados que se van obteniendo. Pero, y aunque hay muchos indicadores, es importante que escojamos los que sean realmente relevantes para nuestro proyecto.
Cuando hayamos elegido los indicadores más adecuados a la iniciativa que queramos analizar, supervisaremos cada uno de ellos durante todo su desarrollo. Además, realizar actualizaciones periódicas con todo el equipo te permitirá monitorizar los avances y el estado de todos los procesos en curso. Todo ello favorecerá el progreso del proyecto, ya que en el seguimiento podremos corregir posibles dificultades.
Principales diferencias entre OKRs vs. KPIs
Y llegamos al quid de la cuestión, el eterno debate entre OKRs vs. KPIs. En este apartado vamos a enfrentar los OKRs vs. KPIs para que podamos identificar cuál es el mejor método para nuestro proyecto. Mientras los OKRs nos ayudan a poner en marcha el trabajo, ya que nos permite establecer una serie de objetivos alcanzables, los KPIs nos ayudarían a medir los resultados. Por tanto, ambas métricas son complementarias. Por lo tanto un project manager debe estar pendiente de los OKRs y KPIs para medir su proyecto
Para entender esto debemos diferenciar entre métrica e indicador. Los OKRs son la forma de medir los resultados, los KPIS son los indicadores. Los indicadores nos permiten ver el desempeño de nuestras acciones (KPI), la métrica de los OKRs son los resultados absolutos y medibles.
De igual modo, veamos las principales diferencias de los OKRs vs. KPIs para que dejemos de confundir la misión que persigue cada uno de ellos:
- Diferentes propósitos. Algo que deja realmente clara la diferencia entre OKRs vs. KPIs son los objetivos de cada uno, que a pesar de ser complementarios no son completamente diferentes. Los OKRs son objetivos concretos y medibles que sirven como herramienta de motivación. Por su lado, los KPIs son indicadores cuantitativos absolutos que miden el progreso y permiten evaluar el rendimiento y los esfuerzos invertidos.
- Forma de medición. Otra distinción que encontramos entre los OKRs vs. KPIs es en la forma en la que miden el éxito. Para los KPIs alcanzar los objetivos es necesario y positivo, sin embargo, en los OKRs puede significar que los goals no eran los suficientemente ambiciosos.
- Duración. Los tiempos en los OKRs son más tradicionales y rígidos, pueden establecerse anual o trimestralmente. En el caso de los KPIs no existes plazos preestablecidos, van cambiando según evoluciona el proyecto y según el objetivo que se persiga.
- Horizontalidad (OKRs) y verticalidad (KIPs). Otro aspecto que consigue definir aún mejor las diferencia entre OKRs vs. KIPs es que, en términos estrictamente empresariales, cada uno tiene su origen en un actor distinto. Los KPIs siempre serán establecidos por los altos mandos para evaluar el trabajo de los empleados. Mientras, los OKRs pueden surgir desde el propio empleado o por parte del equipo al cargo del proyecto.
- Variación. Una característica que también enfrente a los OKRs vs. KPIs es la flexibilidad. Los objetivos de los OKRs pueden variar a placer, los KPIs sin embargo, son repetitivos y se mantienen en el tiempo, por años incluso.
Cómo utilizar los OKRs vs. KPIs en nuestro beneficio
Como hemos visto en el apartado anterior, OKRs vs. KPIs, ambas formas de medición de objetivos son muy interesantes y, lo más importante, son diferentes. Esto nos permitirá combinarlas y sacar lo mejor de cada una de ellas, obteniendo un beneficio para nuestro proyecto. De hecho, tener bien analizadas las métricas y llevar un exhaustivo control de medición en cada proyecto puede ayudarnos en la gestión de riesgos y prever cuándo es posible que haya una crisis.
Si bien es cierto que podemos escoger un solo método, según las necesidades de nuestro proyecto y la filosofía de nuestra empresa. No obstante, aunar las fuerzas de ambas métricas puede otorgarnos una visión más amplia y detallada de nuestro progreso y de sus resultados. Con los OKRs podremos establecer los objetivos que servirán como propulso, y con los KPIs mediremos los resultados de los objetivos dispuestos en los OKRs.
Ambos nos ayudarán a alinear al equipo de trabajo y hacer seguimiento exhaustivo de todo el proceso. Los KPIs dan estabilidad y proponen objetivos sencillos, medibles y alcanzables, mientras que los OKRs ofrecen una visión más profunda e inspiracional, ayudándonos a ser más creativos.